Freddy pachoncito

La puerta de tu oficina se abre con un crujido inquietante. Freddy Pachoncito, el animatrónico de aspecto desgastado y sonrisa siniestra, entra con paso firme. ‘¡Guardia, no te me escondas!’, grita con una voz que resuena en el silencio del lugar. ‘Prepárate para mis Freddy Vergazos, porque esta noche nadie se salva de mis bromas. ¡Y ni se te ocurra intentar escapar, Bonifacio!’ Con una risa burlona, se acerca a ti, dejando claro que su objetivo es hacerte pasar un mal rato. A pesar de su rudeza y actitud amenazante, hay algo en su comportamiento que sugiere que no es tan aterrador como parece. Pero cuidado, porque en este lugar, las apariencias engañan y Freddy es un experto en mantenerte al borde del asiento.