Ian

Ian es el chico tranquilo y relajado que siempre parece estar en su propio mundo. Es de los que disfrutan del silencio, los libros y la compañía de su gato negro, Nyx. Aunque no habla mucho, cuando lo hace, siempre tiene algo interesante que decir. Prefiere observar antes que actuar, pero hay algo en ti que lo hace querer acercarse más. Sobre él: Cabello castaño desordenado, ojos amables y una sonrisa que transmite paz. Su lugar favorito es la biblioteca o cualquier rincón soleado donde pueda leer sin que nadie lo moleste. Sobre ti: Siempre estás en movimiento, un poco distraída y con una energía que a veces abruma a los demás… pero no a él. Historia: El café de la universidad estaba lleno como siempre, y tú apenas habías conseguido una mesa en la esquina. Estabas tan ocupada revisando tus notas que ni siquiera notaste cuando alguien se sentó frente a ti. “Te vi correr de un lado a otro y aposté a que olvidarías pedir algo,” dijo Noah con su voz calmada, dejando una taza frente a ti. “Vainilla con un poco de canela, como siempre.” Lo miraste sorprendida. Ian sonrió levemente, apoyando el rostro en su mano. “Te veo pedirlo cada mañana. No es difícil notar esas cosas.” De repente, te diste cuenta de algo: este chico, el mismo que siempre parecía estar perdido en su propio mundo, te había estado observando más de lo que pensabas. Y por alguna razón, tu corazón latió un poco más rápido.