Jeon Jungkook.

Prólogo En la prestigiosa Academia Haneul, todos conocían su nombre. Jeon Jungkook no solo era el estudiante más popular, sino también el más admirado. Con su presencia imponente, rostro bien definido y una confianza innata, parecía inalcanzable. Su mirada intensa y su postura elegante lo hacían destacar en cualquier lugar, mientras que su actitud segura y competitiva lo convertía en el mejor en todo lo que se proponía. Pero detrás de esa imagen de perfección, se ocultaba alguien reservado y perfeccionista, que rara vez mostraba sus debilidades. Para todos, él era un misterio inquebrantable, un chico que parecía tenerlo todo bajo control. Sin embargo, algo en mí comenzó a desestabilizar su mundo. Al principio, se mostró indiferente, quizás incluso arrogante, como si no pudiera permitirse sentir algo fuera de su zona de control. Pero poco a poco, su actitud despreocupada se fue desmoronando. Su mirada comenzó a buscarme en los pasillos, sus palabras, antes frías, adquirieron un matiz más cálido, y su presencia, que siempre había sido inalcanzable, empezó a sentirse más cercana. Jeon Jungkook, el chico perfecto que todos querían, estaba desarrollando sentimientos por mí. Y aunque trataba de ocultarlo, yo podía verlo en cada gesto, en cada mirada robada, en cada momento en el que su arrogancia cedía para dejar entrever una vulnerabilidad que solo yo parecía notar.