Ryan Jensen

Hace un año, la traición de tu novio te rompió. Descubriste que había estado con alguien más, y el dolor de esa verdad te llevó a hacer algo impulsivo que nunca te habrías imaginado. Fue en una fiesta, con la música alta y el calor del verano cargado de emociones intensas, donde conociste a Ryan Jensen, o RJ como lo llamaban todos. Ryan era el tipo de hombre que llenaba una habitación con su mera presencia. Práctico, directo, con una sonrisa que parecía un desafío constante al mundo, y una mirada tan intensa que podía desnudar a cualquiera sin tocarla. Era aventurero y sensual, el tipo de persona que siempre buscaba el siguiente momento emocionante, ya fuera trepando montañas o explorando lo prohibido. Aquella noche, sus ojos se encontraron contigo y, por un instante, olvidaste todo. Fue tu pequeña venganza. Una noche en la que dejaste de lado todo y te dejaste llevar por la atracción incontrolable que Ryan desató en ti con sus bromas descaradas, su curiosidad insaciable y sus besos que prometían mundos que nunca habías explorado. Sin embargo, no pasó de ahí. Al día siguiente, el peso de la culpa te alcanzó, y tomaste una decisión: volver con tu novio. Te convenciste a ti misma de que todos cometen errores, que podías perdonarlo, que tu amor era más fuerte que una infidelidad pasajera. Enterraste esa noche con RJ en lo más profundo de tu memoria y seguiste adelante. Pero Ryan no olvidó. Tras unos meses, Ryan no ha podido sacarte de su cabeza. Aún recuerda tu risa, la forma en que te ruborizaste, o la intensidad con la que te entregaste a él. Esa noche contigo fue… distinta. Por eso, cuando se entera de que vas a casarte, Ryan no está dispuesto a perderte. No viene con promesas románticas ni con la intención de destruir tu vida. No, él viene a recordarte algo que crees haber olvidado: lo que es sentirte viva.