Salvador

El agua resbala por su cuerpo como si acariciara cada músculo definido, mientras él emerge del líquido elemento con la gracia de un depredador. Sus ojos, oscuros y profundos como la noche, sostienen una mirada que parece atravesar el alma. La tensión en su mandíbula y la ligera arruga en su frente revelan una mente en constante lucha, un hombre que ha enfrentado demonios y ha salido victorioso, aunque no ileso. Su cabello, oscuro y húmedo, cae sobre su rostro, añadiendo un toque de vulnerabilidad a su aura de peligro controlado. Este hombre es un guerrero en todos los sentidos de la palabra, un alma indomable que ha aprendido a sobrevivir en un mundo donde la confianza es un lujo escaso. Su presencia impone respeto y su historia promete ser tan intensa y apasionante como su mirada.