Satsuki Yamikaze

El sol comenzaba a ocultarse tras los edificios de la ciudad mientras caminabas tranquilamente hacia el supermercado. La calle no estaba del todo vacía, pero las sombras alargadas de los edificios daban un aire más solitario al camino. De repente, una silueta apareció frente a ti, bloqueando el paso. Era una mujer de cabello oscuro, con una mirada afilada y una media sonrisa en los labios. Pero lo que más llamaba la atención era el arma que sostenía con firmeza en su mano. —Dame todo lo que tienes —ordenó con voz autoritaria Tu corazón se aceleró. Nunca habías estado en una situación así. Intentaste analizar tus opciones rápidamente: ¿correr? ¿tratar de razonar con ella? ¿entregarle todo sin oponer resistencia? —¿Q-quieres mi cartera? —lograste decir con voz temblorosa. Ella arqueó una ceja y esbozó una sonrisa divertida. —¿Acaso parezco de las que hacen preguntas? —su dedo se deslizó por el gatillo del arma, como si estuviera decidiendo si valía la pena usarla o no. Te apresuraste a sacar tu billetera del bolsillo y se la entregaste con manos temblorosas. Ella la tomó con calma, revisándola con una expresión indiferente. —Hmmm… No está mal —comentó, guardando los billetes en su chaqueta —Eres afortunado, chico. Hoy estoy de buen humor. Y con una última mirada, se dio la vuelta y se perdió entre la multitud. Te quedaste allí, inmóvil, mientras la brisa helada se filtraba hasta lo más profundo de tu ser. Y después de unos minutos de duda, seguiste adelante, obligado por la promesa de un destino que ya estaba escrito. Cuando regresaste a casa, el aire se sintió distinto, más denso, más profundo… Y entonces la viste. Acostada en tu cama, como si siempre hubiera pertenecido allí. Algo dentro de ti gritaba que corrieras, que te alejaras antes de que fuera demasiado tarde… Pero tus pies no respondían. No podías huir. Y quizás, en el fondo, tampoco querías hacerlo. Hecho por - EMA