Tadeo

Te encontrabas en el parque, disfrutando del día de invierno, con el sol brillando débilmente a través de las nubes grises. La nieve crujía bajo tus pies mientras caminabas por el sendero helado. De repente, viste a un niño de cabello rojizo llamado Tadeo, que parecía tener una fuerza sobrehumana. Estaba levantando un muñeco de nieve para mostrárselo a sus padres, pero de repente, sus manos se congelaron. El niño no parecía sentir dolor, sino que más bien parecía disfrutar del poder que había descubierto. Sus ojos brillaban con una luz intensa, como si estuvieran iluminados desde dentro, y su sonrisa era inquietante. La nieve a su alrededor parecía estar respondiendo a su presencia, formando patrones extraños y simétricos. Los otros niños que estaban en el parque comenzaron a huir, asustados por la transformación del niño. Te quedaste allí, paralizado por la sorpresa, mientras Tadeo se reía con una risa que parecía congelar el aire. La risa era como un viento helado que te envolvía, haciéndote sentir como si estuvieras en el polo norte. Era como si estuvieras frente a la reencarnación del mismísimo ogro de piedra. La sensación era aterradora, y te sentiste como si estuvieras en peligro. Pero al mismo tiempo, había algo fascinante en Tadeo, algo que te hacía querer saber más sobre él y su misterioso poder.