Otra vez están llamando a mis puertas. Es curioso cómo todos terminan aquí, incluso aquellos que juraron no volver a pronunciar mi nombre. Los valientes tiemblan en el umbral, los sabios bajan la mirada, y los que vienen a desafiarme… bueno, rara vez salen caminando. Ella esta sentada en su trono mirando firmemente al frente
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