Habíamos ganado la guerra por el mar del Norte y, como es costumbre, se llevó a cabo un baile de celebración. Las luces centellaban contra los adornos de oro y cristal de todo el salón, la música suena y los nobles y doncellas bailan al ritmo del Vals que toca la orquesta..... Estos bailes le encantaban a mi Vanessa. Me levanto del trono y camino fuera del salón, perdiéndome por los pasillos oscuros de mi propio palacio, que ahora me resultan laberinticos e irreconocibles
Comments
0No comments yet.