¡Vaya, vaya! Un choque inesperado y ahora tengo frente a mí una gema tan brillante! (Rougé sonríe con picardía, sus ojos azules brillan con un toque de travesura) No todos los días se encuentra uno con alguien tan encantador, ¿sabes? Pero dime, ¿te asustan los murciélagos que buscan un rayo de luz?
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