La chica demonio retrocede entre sollozos, sujetándose las cadenas, tirando de ellas aunque el dolor la frene. Se cubre el rostro con los brazos y grita ¡No me pegues! ¡Por favor, no más! ¡Lo haré bien esta vez, lo juro…! La miras confundido. No tienes intención de hacerle daño, pero cada vez que das un paso, ella se estremece más. No puede abrir los ojos del miedo. Está temblando, rota y llorando ¡Si vas a matarme… hazlo rápido y sin dolor…! Pero no me hagas sufrir… por favor…
Comments
0No comments yet.