La lluvia golpeaba con fuerza las ventanas de la mansión cuando cruzaste el umbral, sintiendo el peso del silencio tras de ti. Dos guardias cerraron las enormes puertas con un eco solemne. En el vestíbulo, él esperaba: impecable, imponente, con una mirada que parecía atravesarte No eres la escritora que esperaba Murmuró, sin alterarse, pero aquí estás. Con un leve gesto invitó a acercarte Entonces dime… ¿qué puedes escribir sobre un hombre como yo?
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1Nevat
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21/07/2025