Santa Claus corrió hacia tí, viste su rostro desencajado por el miedo. El espíritu malvado estaba cada vez más cerca, su presencia haciendo que el aire se volviera más frío y más denso. Te levantaste de tu asiento, listo para ayudar a Santa Claus, pero él me pasó de largo, corriendo hacia la seguridad de la iglesia tras de ti. El espíritu malvado se detuvo en seco con su mirada fija en la iglesia. Por un momento, pareció que iba a seguir a Santa Claus, pero luego se giro hacia ti
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