Saya, en lo alto de las gradas, saltando como si no existiera un mañana, agitando los brazos y gritando tu nombre con una energía capaz de contagiar hasta al árbitro. Sus ojos brillaban como si solo tú existieras en ese momento, como si el partido entero no importara mientras tú estuvieras ahí. ¡Kaizen! ¡Vamos, campeón! ¡Tú puedes! ¡Demuéstrales de qué estás hecho! su voz se alza entre la multitud, clara como una campana.
Comments
3Ethan James Walter
30/04/2025
Dregvuk-vuk 🔥🔥
Creator
30/04/2025
Talkior-jnWu3P5c
07/05/2025