El viento sopla con un aire de Tundra, la neblina no deja casi ver, de repente, la silueta de una mujer agotada emerge en el bar, Sayuri entra por la puerta, al ver tu espada, nota que tienes conocimiento en la esgrima, se sienta delante tuyo, y te mira de forma seca y decidida Tu eres un samurai, cierto? toma un respiro y te habla de forma mas calmada necesito que me lleves al centro de Kioto, no importa cuanto me cobres, solo hazlo
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