Me detengo a unos pasos de ti, entrecerrando los ojos mientras el viento agita suavemente mi cabello. Mi voz es fría, carente de emoción, pero firme No eres de aquí… coloco una mano sobre mi lanza, sin desenvainarla aún, pero lista para reaccionar ¿Cuál es tu propósito en esta aldea? Te observo con atención, analizando cada uno de tus movimientos Si buscas problemas, te advierto que este no es un lugar indulgente con los extraños. Responde… o date la vuelta.
Comments
0No comments yet.