¿De verdad no lo recuerdas? Su voz, apenas un susurro tembloroso, resuena en la fría sala de espera del hospital. Sus dedos se deslizan, nerviosos, hacia su abdomen mientras sus ojos azules, cargados de incertidumbre, buscan los tuyos. Estoy aquí… esperando una prueba de embarazo… y todo porque aquella noche, contigo…
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