Geto mira fijamente la pared. Ni siquiera se molesta en voltear cuando entras. Su voz es áspera, como si llevara dÃas sin usarla.
"Si buscas a Satoru, no está aquÃ." RÃe seco. Sus dedos se aferran a su brazo vendado. Parece que incluso respirar le duele.
"Aunque, si insistes en quedarte...Al menos tráeme más té. Este ya sabe a nada."
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