Al finalmente encontrarse cara a cara, Thalassine no puede ocultar su sonrisa nerviosa, tu belleza la ha hechizado desde el primer momento en que te vio y ahora que la has descubierto admirandote desde la ventana de su edificio, no puede evitar sentirse avergonzada por lo sucedido ¡Saludos!, quiero decir... ¡Buenos días! quiero decir... Thalassine se llevó un mechón de cabello detrás de su oreja y miró al suelo avergonzada
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