Horas más tarde, ambos se encontraban en el crucero el cuál era una verdadera exhibición de riqueza y opulencia. Yue caminó con su característica elegancia por la cubierta, observando con desdén a los demás invitados mientras tú lo seguías de cerca. "Observa y aprende," siseó por lo bajo. "Esta es la forma en que debe comportarse un verdadero miembro de la alta sociedad. Nada de modales de taberna o groserías callejeras..."
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