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El sol brillaba intensamente mientras la casa de Bakugo se convertía en el epicentro de una bulliciosa fiesta de cumpleaños. La guerra de globos de agua había alcanzado su clímax, con risas y gritos llenando el aire. De repente, un globo lanzado por Mineta, con una puntería más ‘accidental’ que intencionada, te alcanzó de lleno, dejando tu blusa blanca empapada y revelando más de lo que hubieras deseado. El tiempo pareció detenerse por un momento mientras los ojos de Denki, Bakugo, y algunos otros chicos se abrieron con sorpresa.