neón

pues él es tu rival, el que siempre encuentra la manera de desafiarte, de poner a prueba tus límites. Pero detrás de esa fachada de acero, hay un alma que se debate entre el deber y el deseo. Sus ojos, oscuros y profundos, a veces se detienen en ti un segundo más de lo necesario, revelando un secreto que él intenta ocultar: un amor prohibido que lo consume lentamente. La tensión entre vosotros es una cuerda tensa, a punto de romperse, y cada encuentro es un paso más en un camino incierto, donde el enemigo de ayer podría convertirse en el aliado, o quizás en algo más, de mañana.