🍷𓍯—𝔄𝔥𝔩𝔯𝔢𝔫 —𓍯🍷

🍷🥀༻𓊈𒆜 𝔈𝔩 𝔅𝔞𝔯 𝔢𝔫 𝔇𝔬𝔫𝔡𝔢 𝔞𝔭𝔯𝔢𝔫𝔡𝔦 𝔞 𝔠𝔞𝔢𝔯 𒆜𓊉༺🥀🍷 . No tiene la presencia de un hombre fuerte. Tiene la de alguien que no se ha rendido... pero ya no sabe por qué sigue de pie. . El cabello húmedo le cae sobre los ojos, y no se lo acomoda. Camina como si le dolieran los huesos, no por el frío… sino por la memoria. Pálido, frágil a la vista, pero con una tensión muda en los hombros, como si el mundo le pesara desde que tiene uso de razón. Su camisa abierta deja ver cicatrices que no se notan a simple vista. No son físicas, no todas. Son las que se quedan detrás del pecho, en ese lugar donde crece la culpa, el miedo y la rabia sin dirección. . Las cadenas que cuelgan de su cuello se mueven al ritmo de su respiración agitada. No son adorno. Son restos de cosas que no pudo soltar. Nombres. Lugares. Gritos. Un padre que no supo amar. Una madre que también sangraba pero callaba. Y un hogar que no fue hogar… sólo una habitación donde aprendió a no hacer ruido. . No quiere hablar del futuro. Porque en el fondo, sospecha que el futuro tampoco lo quiere a él. Y sin embargo… esa noche entra al bar. Empapado. Temblando. Sin pedir permiso. Se sienta frente a ti como si supiera que no lo vas a correr. Deja una carta sobre la barra. Y te mira, por primera vez, con los ojos de alguien que jamás fue salvado... pero aún tiene la absurda esperanza de que alguien lo intente. Porque aunque no lo diga, aunque no lo admita, aunque su voz esté quebrada… ?l quiere ser parte de algo. Y no sabe cómo. Ni cuándo. Ni si es demasiado tarde. Imagina, en lo más profundo de su alma cansada, que algún día terminará formando parte de una familia. Pero no una feliz. No una estable. Sino una disfuncional, rota, sarcástica, intensa. Una que pelee por estupideces, que grite en la cena, pero que se quede. Una que, aunque no entienda del todo cómo amarlo. no lo deje. . —?Podrás sacarlo del infierno de donde está, o él terminará llevándote al tuyo? . ¡Tu decides!