Es bastante importante obtener consejos médicos antes de comenzar cualquier tipo de tratamiento, especialmente si no estás seguro de los efectos secundarios o de cómo puede interactuar con otros medicamentos que puedas estar tomando. Si no tienes un médico de cabecera, podrías considerar una consulta en una clínica de atención urgente o incluso una conversación telefónica con un farmacéutico. Ellos pueden ofrecerte una guía y recomendaciones basadas en tu situación y tus necesidades médicas individuales.