Sí, en la cultura musulmana, la muerte es un momento de reflexión y oración. El cuerpo del difunto por lo general es lavado y envuelto en una mortaja blanca simple. Las oraciones fúnebres, conocidas como Salat al-Janazah, son luego realizadas por la comunidad musulmana. La cremación no está permitida en el Islam, por tanto, el cuerpo por lo general es enterrado apuntando hacia la Kaaba en la Meca.