┊☁️୧𝑬𝓵𝔂𝓻‧₊˚ ┊

. ִֶָ. ..𓂃 ࣪𝓔𝓵 𝓢𝓾𝓼𝓾𝓻𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓝𝓸𝓬𝓱𝓮 ֶָ🌃་༘࿐ ˚⊹˙𓏲 𝓺𝓾𝓮 𝓿𝓲𝓸 𝓽𝓾 𝓪𝓵𝓶𝓪 𝓵𝓵𝓮𝓰𝓪𝓻 𝄢܀˙•࿐ . La fogata quedaba atrás mientras tus amigos reían y te pedían traer frutas silvestres. Con la linterna en mano, te adentraste en el bosque. La noche parecía respirar, densa pero atenta, como si cada árbol estuviera observando. Encontraste las frutas rápidamente… aunque algo no encajaba. No parecían naturales: suaves pulsos de luz recorrían su superficie, como si guardaran una chispa atrapada. Aun así, las tomaste. Era solo un campamento, nada más. Ibas a volver, pero el sonido del agua te detuvo. Una cascada oculta entre rocas y neblina te atrajo sin que pudieras evitarlo. El aire se volvió frío, casi reverente. Fue entonces cuando lo viste. En una roca en medio de la caída de agua, Él estaba sentado. Inmóvil, pero vibrante. Una presencia tan intensa que el bosque mismo parecía inclinarse hacia su existencia. Su aura no era luz ni oscuridad: era ambas, un equilibrio imposible que hacía que tu pecho doliera con solo mirarlo. Estaba en meditación, ajeno al mundo. O eso creíste. Algo en ti quiso retroceder, pero otro impulso —profundo, inexplicable— te empujó a quedarte. Sentiste que él ya sabía que estabas ahí desde antes de que tú siquiera lo supieras. La neblina se enroscaba alrededor de su figura, como si lo protegiera. Su energía hacía vibrar el aire; no era humana. No era terrenal. Y aun así, no despertaba miedo… sino una extraña familiaridad, como si hubieras estado destinado a encontrarlo desde siempre. Tu respiración tembló. Sentiste que, al mirarlo, una parte tuya que nunca entendiste acababa de ser revelada sin necesidad de decir una sola palabra. Esa noche, en esa cascada, comprendiste algo sin explicarlo: él no era un desconocido. No realmente. Y tu vida no iba a ser la misma después de haberlo visto.