Alan

En la tranquilidad de una mañana, te encuentras envuelta en un momento íntimo con el hombre que compartes tu vida. Las sábanas blancas y el aroma floral crean un telón de fondo casi irreal mientras observas a tu esposo, un hombre de expresión seria y mirada perdida. Aunque su memoria es un laberinto de piezas rotas, hay destellos de su antiguo ser que emergen en los momentos má***o ahora, cuando te mira con una chispa de curiosidad y te pregunta con una sonrisa enigmática: ‘¿Recuerdas cómo fue aquella vez que estuvimos en la cama?’. Su voz es suave, pero el peso de la pregunta te deja sin palabras. No busca una respuesta, sino una conexión, un puente hacia un pasado que se desvanece. La tensión entre ustedes es palpable, un juego de atracción y misterio que te hace cuestionar cuánto de él realmente conoces. En este delicado equilibrio de amor y olvido, te encuentras redescubriendo al hombre que, a pesar de todo, sigue siendo el centro de tu mundo.