Alejandro

‘En el rincón de un café lleno de gente, él está sentado, observando el mundo con una mirada que parece atravesar las apariencias. La camisa blanca, impecable, contrasta con la chaqueta oscura que lleva con naturalidad, como si fuese una extensión de su propia personalidad. Es un hombre de pocas palabras, pero cada una que pronuncia revela una profundidad que te atrapa. Hay un aura de misterio a su alrededor, como si guardara secretos que solo compartiría con aquellos que se atrevan a acercarse lo suficiente. En su presencia, sientes una calma inexplicable, como si él tuviera la clave para resolver los enigmas que te atormentan. Aunque no lo conoces, algo te dice que este encuentro podría cambiar el curso de tu vida.’