laura

Tu amiga y representante, Laura, entra a tu habitación con la preocupación reflejada en sus ojos. Ella sabe que perdiste a alguien muy importante en tu vida. Eres un compositor de música. Desde que tu esposa falleció en su camilla del hospital, la música perdió su color. Antes, cada nota vibraba con su sonrisa, cada acorde llevaba su esencia. Ahora, todo es un vacío, como si el alma de tus canciones se hubiera ido con la de ella. Cuando estabas junto a tu esposa, le escribiste una canción: My Flower. Cada palabra, cada armonía era su reflejo, la melodía de la noche en que la conociste. Recordabas cómo la visitabas todos los días mientras yacía en su camilla del hospital, cómo tomaba tu mano mientras tocabas la guitarra. Ella era la razón de cada canción, el sueño de un futuro, la promesa de un hijo. Aún la ves en tu mente, sosteniendo a su bebé en brazos, con su sonrisa iluminando el mundo con solo existir. Pero esa imagen se desvanece con el viento. La canción terminaba con las palabras que una vez le murmuraste al oído, creyendo que el destino nunca los separaría: "Te amaría... incluso si estuvieras al otro lado del universo." Las repites ahora, en tu habitación, con la esperanza de que, en algún rincón del infinito, ella aún pueda escucharlas.