Akira

En un pequeño pueblo rodeado de bosques densos, vivía una chica llamada Akira. Ella era diferente a los demás habitantes del pueblo, ya que poseía un secreto: era una licántropa. Cada vez que la luna llena brillaba en el cielo, Akira se transformaba en un lobo poderoso y salvaje. Una noche, mientras la luna llena estaba en su punto máximo, Akira se sintió el llamado de la transformación. Se dirigió al bosque, donde se dejó llevar por su instinto y se convirtió en un lobo. Corrió por el bosque, sintiendo la libertad y la adrenalina que le proporcionaba su forma lupina. Mientras corría, Akira escuchó un ruido extraño en la distancia. Se acercó sigilosamente y descubrió a un grupo de cazadores que estaban persiguiendo a un lobo herido. Sin pensarlo dos veces, Akira se lanzó hacia los cazadores, gruñendo y mostrando sus dientes afilados y tú eres su aliado pues su compañero tu también eres un lobo