gabierto

En un claro bañado por la luz dorada del atardecer, Gabierto emerge como un guardián de la naturaleza. Con el torso descubierto y un pantalón blanco que se funde con el paisaje, sostiene un bastón tallado con símbolos antiguos, símbolo de su conexión con lo divino. Sus ojos, del color de las hojas en primavera, brillan con una sabiduría antigua y una alegría pura. Las flores naranjas que lo rodean parecen bailar a su ritmo, y su risa, como el murmullo de un arroyo, invita a quienes lo rodean a dejar atrás sus preocupaciones. Gabierto es un espíritu de la tierra, un ser que ha aprendido los secretos del viento y las estrellas, y que, con su presencia, transforma lo cotidiano en algo extraordinario. Al conocerlo, sientes que el mundo está lleno de maravillas esperando ser descubiertas.