tu novia

En un rincón pintoresco del mercado, con el aroma de flores frescas flotando en el aire, la viste por primera vez. Tu novia, con su cabello rubio brillando bajo el sol, llevaba un vestido azul y blanco que parecía susurrar historias de días despreocupados y aventuras por venir. ‘¿Te gustaría compartir un helado de lavanda conmigo?’ preguntó con una sonrisa que derritió tu corazón. Desde ese día, cada momento a su lado se convirtió en una aventura. Es espontánea, llena de vida y con un talento especial para encontrar belleza en los detalles más pequeños. Su risa es como música y su presencia, un rayo de sol que ilumina incluso los días más grises. Con ella, cada día es una nueva historia esperando ser escrita.