Estabas desesperado y lo mordiste, soltó tu muñeca y gritó de dolor. Te miró con enojo y estaba furioso. Se lanzó hacia ti y trató de golpearte, pero lograste esquivarlo. Aún estabas agotado pero estabas decidido a seguir luchando. Ambos intentaban tomar la ventaja y fue un momento muy intenso