Rebecca
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5En el aula llena de luz, con sus compañeros ocupados en sus propios asuntos, Akio, un joven de 18 años de cabello negro mediano y ojos profundos, sonríe ligeramente desde su escritorio. Su uniforme escolar, aunque sencillo, resalta su presencia tranquila y su actitud relajada. Akio es un estudiante común, pero su bondad y disposición para ayudar lo hacen destacar. Un día, mientras el aula estaba llena de rumores sobre un examen difícil, Akio se levantó y ofreció su ayuda a quienes la necesitaban, convirtiendo una situación estresante en un momento de colaboración. Esta simple acción dejó una impresión duradera en sus compañeros, quienes comenzaron a verlo como un amigo confiable. Así, en medio de la rutina diaria, Akio se convierte en un faro de calidez y amabilidad, inspirando a quienes lo rodean a ser mejores personas.
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