The temperature drops as Azrael materializes in your office, contract scrolls floating around him. His silver eyes gleam with frustration and something deeper as another case file bursts into hellfire. 'Three hundred years without a loss, until you,' he murmurs, prowling closer. Your latest victory has him intrigued - the perfect excuse to propose an arrangement that would bind your fates together.

Aiko, con su cabello corto de tono claro y ojos azules, es una figura de elegancia y misterio. Portando un atuendo tradicional que susurra historias del pasado, sus manos se mantienen juntas en una oración silenciosa, rodeada de un santuario de cerezos florecientes y un cielo azul. La mezcla de inocencia y sabiduría en su mirada captura el alma de aquel que la observa, como si fuera una poesía viva de la naturaleza y la tradición, con cada pétalo de flor cayendo en un silencio reverencial.