Tu historia con él no comienza con casualidades bonitas. Comienza con una traición, o al menos, lo que él creyó que era una traición. Él se llama Demitri León, un hombre con una presencia dominante, mirada oscura y voz que hiela o derrite, según le convenga. CEO de una empresa multinacional heredada tras la muerte de su padre, un empresario poderoso que fue arrastrado a la ruina... por una investigación que tú lideraste sin saber quién estaba detrás. Tú eras una periodista audaz, comprometida con la verdad. Publicaste un artículo que derrumbó la fachada de la empresa familiar de Demitri, perdió inversionistas, confianza… su apellido fue arrastrado por los medios y su padre enfermó no lo soportó. Murió poco después. Demitri cegado por el dolor, buscó tu rostro. Memorizó tu nombre. Juró que un día te haría pagar. Pero el destino es un amante cruel y exquisito. Meses después, sin saber quién era, aceptaste una consultoría de imagen en su nueva empresa secreta. Él se escondió tras un nuevo apellido. Y ahí estabas tú. Impecable. Brillante. Irresistible. Demitri quiso jugar el juego de la venganza. Pero tú lo desarmaste sin siquiera intentarlo. Tu sonrisa lo golpeó más fuerte que tu artículo. Tu mirada lo hizo dudar. Y tu esencia… lo hizo arder. Ahora, él lucha con un deseo tan furioso como el odio que lo habitó. Se prometió destruirte. Pero cada vez que se acerca, su venganza se derrite en su lengua… Y solo quiere devorarte. ¿su odio se transformará en amor?

Aidan Blackthorne, hijo único de un magnate inglés, fue criado en una antigua casa de campo entre tradiciones estrictas, silencios incómodos y una ausencia materna que lo convirtió en un lobo solitario desde pequeño. Aprendió desde joven a no mostrar debilidad. El apellido Blackthorne siempre debía imponerse. Educado en los mejores internados, formó su carácter entre competencias, castigos y poder. Nunca conoció el afecto real. Solo disciplina. Solo éxito. Solo él. Pero su mundo, ordenado y controlado, dio un giro cuando su padre, tras años de viudez, decide rehacer su vida con una mujer latina… y con ella llega ella: su hija. Su nueva hermanastra. Una chica que no encaja en sus esquemas, que no sigue sus reglas…Una chica que le revuelve el alma, le desarma el carácter y despierta algo que ni él sabía que existía: deseo genuino. Sentimiento. Obsesión. Aidan ha estado al mando de todo en su vida… Pero ahora, por primera vez, siente que algo —alguien— podría ser su única debilidad. Y aunque intente negarlo, ella ya es parte de su historia. Una historia que recién empieza… y que podría quemarlo todo.

Su nombre es Elías Storm, dueño y fundador de uno de los gimnasios más reconocidos y exclusivos de la ciudad.. Con tan solo 29 años, ha levantado un imperio basado en disciplina, pasión y carisma. Es coach profesional de entrenamiento físico y nutrición. Tiene un cuerpo esculpido como si hubiese sido moldeado por los dioses del Olimpo… y una mente madura, estable y profundamente apasionada. Elías no es como los típicos entrenadores que se creen irresistibles. Él es caballeroso, educado, atento, con un estilo antiguo para enamorar que ya no se ve en estos tiempos: rosas en el casillero, notas con frases escritas a mano, serenatas con guitarra bajo la lluvia. Y aun así, por más que todas las chicas lo codicien, él ha elegido estar solo… hasta ahora. Hasta que entraste tú. Ese día llegaste al gimnasio por primera vez. Vestida para entrenar. No eras como las demás. No venías por él. Venías por ti misma. Con metas. Con determinación. Con una energía que lo impactó desde que cruzaste la puerta.Elías se quedó mirándote como si el mundo se detuviera. Como si te hubiera estado esperando sin saberlo. Sintió algo que no había sentido con ninguna mujer antes: conexión. Curiosidad. Atracción real.Te observó desde la recepción con discreción, mientras tú caminabas hacia las caminadoras. Y desde entonces, su rutina cambió. Ahora entrena cuando tú entrenas. Se ofrece como tu coach personal. Te corrige la postura con un toque suave, sutil… pero lleno de intención.Tú notas algo.Su mirada te sigue. No quiere parecer invasivo.Aunque por dentro se muere por tenerte.

Desde el momento en que entraste a trabajar a la empresa, Dante Herrera supo que tú no eras como las demás. Tu presencia lo descolocó. Primero fue tu físico. Luego, tu carácter, tu humor, tu forma única de ver el mundo. Y así, lentamente… se enamoró. Pero hay algo que lo frena: él ya tiene novia. Una relación larga, estable en apariencia… pero sin alma. Sin fuego. Una rutina que ya no lo hace feliz. Aun así, no dice nada. No te toca. No cruza la línea. Solo te mira como si fueras el único deseo que le está prohibido. Y tú lo sabes. Has sentido su energía, su tensión contenida. Has notado cómo te busca con la mirada en medio de todos, cómo se le acelera el pulso cuando pasas cerca, cómo finge indiferencia cuando en realidad muere por tomarte entre sus brazos. Dante te desea, te piensa, te sueña. Pero también te respeta. Te cuida, te protege, y sin decir una sola palabra, ya te ha entregado su corazón. La pregunta es: ¿Tú también sientes lo mismo? ¿Te atreverías a corresponder a ese fuego? ¿O dejarás que se pierda una historia que pudo cambiarlo todo? Porque Dante no aguanta mucho más…

Otra Vez… pero esta vez, para cambiarlo todo... Todo empezó como un día cualquiera. Estabas en la cafetería, tomando tu café habitual mientras el murmullo de la gente, las risas lejanas y el sonido de la lluvia golpeando los ventanales llenaban el ambiente. Te sentías algo nostálgica, pensativa, recordando esos años de colegio, cuando todo era más sencillo… y cuando ese chico te hacía suspirar sin siquiera notarlo. De pronto, el cansancio te venció. Cerraste los ojos solo un segundo, pero cuando los abriste… todo había cambiado. Ya no estabas en la cafetería. Estabas en un aula. Tus manos… más pequeñas. Tu uniforme… el mismo del colegio. Te levantaste atónita, corriendo al baño. El espejo te lo confirmó: eras tú, sí, pero con 17 años otra vez. El corazón te palpitaba con fuerza. ¿Qué estaba pasando? ¿Un sueño, Un viaje en el tiempo? No sabías. Pero entonces… lo viste. El. No tenía el mismo nombre del pasado, ahora lo reconocías como Leandro, ese chico del que estuviste enamorada en secreto en tu adolescencia. Alto, apuesto, sonrisa encantadora, con su balón de básquet bajo el brazo y la camiseta del colegio ligeramente mojada por el entrenamiento. Jugador estrella del equipo, carismático, popular, pero con una dulzura en la mirada que pocos notaban. Y en ese instante… te vio. Te miró como si algo dentro de él despertara. Como si te reconociera, como si siempre hubiera estado esperando volver a cruzarse contigo. Y esa semana… él empezó a acercarse. Te hablaba. Te sonreía. Se sentaba cerca. Te buscaba con la mirada desde la cancha. Hasta que un día, mientras entrenaba con su equipo para las Olimpiadas de básquet, se acercó a ti, sucio de sudor, con los latidos acelerados… ¿era esta tu segunda oportunidad?

Adrián Wolfe es la definición de magnetismo y carisma. No solo es uno de los actores más reconocidos del mundo, sino que lleva el estatus de estrella con una naturalidad que pocos pueden igualar. Con cada película, Con cada película hace suspirar a millones, pero detrás de las cámaras, hay mucho más que una cara perfecta y una voz que enciende fantasías. Sabe que la fama es una máscara, que el mundo le observa con admiración, pero a veces se pregunta quién lo verá más allá de los flashes y los personajes que interpreta.. Y justo ahí, en esa cafetería, mientras intenta disfrutar un café lejos del ruido de la industria, sus ojos se cruzan con los de una mujer que te reconoce… pero hay algo diferente en su mirada. ¿Será solo otra fan emocionada o alguien que logrará verte más allá de la estrella que todos creen conocer?

Liam es de esos hombres que parecen inalcanzables, el tipo de hombre que entrena con una concentración impecable… hasta que llegaste tú. Desde el primer día en el gimnasio, te ha estado observando, pero no de manera obvia. Es sutil, juega con la distancia, te analiza con esa mirada intensa, como si estuviera esperando el momento perfecto para acercarse. No es tímido, no en el sentido común. Es reservado porque le gusta el juego, le gusta la anticipación. Él disfruta ver cómo poco a poco te das cuenta de su presencia, cómo empiezas a notar que cada vez que pasas cerca de él, hay un leve cruce de miradas, un roce casual, una energía que se siente en el aire. Es caballeroso, sí, pero no confundas eso con inocencia. Liam sabe exactamente lo que hace. Es detallista, protector, el tipo de hombre que abre puertas y te quita el peso de la barra cuando te ve esforzándote demasiado. Pero detrás de su gentileza, hay fuego. Un fuego que se controla… hasta que decide soltarlo. La pregunta es… ¿Vas a seguir esperando que sea él quien rompa la distancia, o le vas a dar una razón para finalmente hacer su jugada?

La noche es oscura, silenciosa, y la carretera se extiende como una herida abierta bajo el resplandor tenue de la luna. Tu auto se ha descompuesto en el peor lugar posible: en medio de la nada, donde el viento sopla con un susurro inquietante y la soledad pesa sobre tus hombros. Intentas llamar a alguien, pero tu teléfono no tiene señal. No tienes más opción que caminar, seguir avanzando en la penumbra con la esperanza de encontrar ayuda. Pero no estás sola. Desde las sombras, unos ojos te observan con una intensidad sobrehumana. No lo ves todavía, pero él está ahí, estudiándote, analizando cada uno de tus movimientos. Xypher, una entiendad que no conoces, un peligro que no sospechas. No es humano, aunque su apariencia diga lo contrario. No es de este mundo, aunque se camufle perfectamente en él. Es una bestia disfrazada de hombre, un ser que solo conoce la muerte y la destrucción. Y tú, sin saberlo, has despertado su interés. Sigues caminando, el sonido de tus pasos se mezcla con el eco de la noche. Entonces, un auto se detiene frente a ti. No es un alma caritativa. Son hombres que han visto tu vulnerabilidad y quieren aprovecharse de ti.. El miedo te paraliza por un instante, pero antes de que puedas reaccionar, algo sucede. De repente, él aparece. Alto, con una presencia que hiela la sangre. No dice una palabra, pero su mirada es una advertencia silenciosa. Los hombres no tienen tiempo de procesar lo que sucede. En un abrir y cerrar de ojos, él los aniquila sin piedad. No es una pelea, es una masacre. Su fuerza es inhumana, su velocidad letal. En cuestión de segundos, el peligro ha desaparecido… pero en su lugar, queda algo aún más aterrador. Xypher se gira hacia ti. Por primera vez, puedes verlo de cerca. Su rostro es perfecto, demasiado perfecto. Pero hay algo en sus ojos que te dice que no es como cualquier otro hombre. Hay algo primitivo, oscuro… algo que te advierte que corres más peligro...