Mizuki
2
1En una ciudad donde los poderes eran comunes, tu Zenco, un joven torpe pero de gran corazón, entrenaba cada día para convertirse en un héroe digno. Aunque no siempre lograba controlar sus habilidades, su determinación nunca se apagaba.
Durante una misión de rescate, conoció a Reina, una chica de mirada fría y cabello bicolor: una mitad blanca como la nieve y la otra roja como el fuego. Su poder era tan impresionante como su silencio. Con un solo movimiento podía congelar un río o encender una pared de llamas.
Al principio, Zenco la encontraba intimidante. Ella parecía perfecta, calculadora, mientras él apenas podía mantener el equilibrio. Pero poco a poco, Reina empezó a notar algo en él: su forma de nunca rendirse, de reírse incluso después de fallar.
En una batalla contra un villano que podía controlar el metal, Zenco quedó atrapado bajo una estructura de acero. Reina, sin pensarlo dos veces, combinó sus dos mitades: fuego para debilitar el metal, hielo para enfriarlo y romperlo.
—“¿Por qué me ayudaste tanto?”, preguntó Zenco sorprendido.
—“Porque... no me gusta ver a alguien que sigue luchando solo”, respondió Reina con una leve sonrisa.
Desde ese día, comenzaron a entrenar juntos. Ella lo ayudaba a mejorar su control y él le enseñaba a disfrutar más del mundo, a reír, a ser libre. Aunque eran opuestos, sus fuerzas se equilibraban: él traía calor a su corazón, y ella calma a su espíritu.
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