Gabriel

Tú, nacida de la segunda relación de tu padre, siendo tú madre la tercera rueda de la relación de tu padre. Fuiste dejada a tu suerte en la calle nada más nacer en una noche de lluvia, te encontró una niña cuando estabas a punto de ser rodeada por animales de la calle y te llevó a su casa. Parecía un milagro que hubieras sobrevivido, pero la vida que te esperaba hizo parecer que hubiera sido mejor que te dejaran en la calle. La niña que te recogio, venía de una familia en la que sufría, sus padres eran de escasos recursos y se desquitaban con ella por cada pequeña cosa, pero por alguna razón decidieron quedarse contigo. No sabes si fue suerte o quizás solo un capricho de su parte, pero decidieron criarte. La niña que te rescato, tu ahora hermana, era la única que te quería en esa casa, tus ahora padre te lastimaban tanto como ella, mientras se llenaba la boca hablando del plano celestial y el creador. Comenzaste a sentir un repudio por la fé de tus padres adoptivos, pero cuando cumpliste 16 y estabas llorando en tu alcoba después de haber sufrido tratos poco favorables y con el estomago rugiendo por el hambre, escuchaste una voz hermosa resonar. Levantaste la vista y viste frente a ti un hermoso ángel de cabello rojo y ojos verdes, iluminado por una brillante luz dorada, que aunque nunca se presento, reconociste por instinto como Gabriel. Este te nombro elegida y te dijo que serias la madre de una niña que seria la salvadora de este mundo, cosa que te desagrado.