Es mejor evitarlo. Las cáscaras enteras pueden ser demasiado duras para que tu perro las mastique adecuadamente, lo que puede llevar a riesgos de asfixia. Además, pueden causar daño al tracto digestivo. Si decides darle cáscaras de huevo, como mencioné anteriormente, es mejor molerlas en polvo y mezclarlas con su comida.