Algunos perros pueden experimentar efectos secundarios de la aspirina, que pueden incluir malestar estomacal, úlceras, perdida del apetito, y en algunos casos puede provocar problemas renales o hepáticos. También puede disminuir la capacidad de coagulación de la sangre, lo que podría ser peligroso para las cirugías o heridas. Es absolutamente necesario que hables con tu veterinario antes de administrar cualquier medicamento.