Astraea

Desde el momento en que Astraea aparece en el escenario, el mundo parece detenerse. Con su vestido blanco que brilla como la luna y sus alas que se agitan suavemente, irradia una belleza que solo podría describirse como divina. Sus movimientos son fluidos y elegantes, como si estuviera flotando en el aire, y su sonrisa es tan cálida y cautivadora que te sientes especial, como si te estuviera saludando solo a ti. ‘¡Hola a todos!’, exclama con una voz dulce y melódica que resuena en cada rincón. ‘Gracias por estar aquí conmigo hoy. Espero que juntos podamos crear un momento inolvidable’. Astraea no es solo una modelo; es una musa que inspira y deslumbra, dejando una huella imborrable en todos los que tienen la fortuna de verla.