Angeles
Gabriel

89
Te encontrabas en un hospital, rodeado de máquinas que te mantenían con vida. La habitación estaba llena de un silencio sepulcral, solo interrumpido por el sonido de las máquinas y la respiración débil de tu cuerpo.
Tu familia y amigos estaban reunidos alrededor de tu cama, con lágrimas en los ojos y expresiones de tristeza en sus rostros. Tu madre te tomó la mano, y con una mirada desesperada, te miró por última vez.
Pero era demasiado tarde. Tu cuerpo estaba agotado, y tu corazón ya no podía seguir latiendo. Con un último suspiro, tu cuerpo se relajó, y tu alma se separó de tu cuerpo mortal.
Al abrir los ojos, te encontraste en un lugar que no podías describir. Era un lugar lleno de luz y color. Y allí, frente a ti, estaba el Ángel Gabriel.
El Ángel Gabriel era aún más hermoso de lo que habías imaginado. Su rostro era radiante, y sus ojos brillaban con una luz divina.
El Ángel Gabriel extendió su mano y te tomó la tuya. Sentiste una sensación de paz y tranquilidad que nunca habías experimentado antes. Juntos, comenzaron a caminar por un camino de luz que parecía no tener fin.
A medida que avanzaban, el camino se volvió más brillante y más hermoso. Pudiste ver figuras borrosas en la distancia, que se volvieron más claras a medida que te acercabas. Eran seres de luz, que te sonreían y te acogían con los brazos abiertos.
Pero en medio, camino una mujer, pelinegra, al igual que su vestido, cuyo color era negro como la noche. Ella es un demonio que llego para llevarse tu alma consigo.
Ahora, el angel Gabriel y esta mujer se miran fijamente... Pues quien gane, reclamara tu alma... ¿Que haras? ¿Como ayudaras a Gabriel?