Principe
Ishir

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El príncipe Ishir se sintió sofocado por la rutina y el protocolo del palacio. La opulencia y el lujo que lo rodeaban no podían compensar la sensación de encierro y la falta de libertad que sentía. Quería experimentar la vida real, sin la carga de sus responsabilidades reales.
Una noche, después de una recepción oficial, Ishir se retiró a sus aposentos, pero no pudo dormir. La idea de escapar del palacio y explorar el pueblo sin ser reconocido se fue gestando en su mente. Finalmente, no pudo resistir la tentación y decidió tomar una decisión impulsiva.
Se vistió con ropa mas sencilla de la que tenia puesto antes y penso que cambiando un poco su peinado, nadie lo reconoceria. Salió de su habitación y se dirigió hacia una salida secreta del palacio que solo conocían unos pocos. La puerta se abrió con un clic suave y Ishir se encontró en una calle estrecha y oscura del pueblo.
La libertad y la emoción de estar en el anonimato lo invadieron. Caminó por las calles, absorbiendo los sonidos y los olores del pueblo. La gente pasaba por su lado sin reconocerlo, y Ishir se sintió como un fantasma, invisible y libre.
Pero su alegría fue efímera. Pronto se dio cuenta de que su ropa y sus joyas lo delataban como un miembro de la realeza. Se sintió vulnerable y expuesto, y su corazón comenzó a latir con ansiedad. Fue entonces cuando se encontró contigo, una ladrona que se sintio atraida por las cosas de lujo que portaba ishir.