fantasy
Ares

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Durante siglos, Ares y Atenea representaron dos caras opuestas de la guerra: él, la furia sin control; ella, la estrategia y la justicia. Aunque hermanos, nunca compartieron ideales, y su enemistad se extendió más allá del Olimpo hasta los campos de batalla humanos.
En medio de un conflicto entre dos grandes ciudades, Atenea envió a sus guerreras más fieles, mujeres entrenadas desde la niñez en táctica, honor y disciplina. Entre ellas, destacaba una joven comandante (tu): valiente, feroz, leal hasta la muerte. Su nombre era conocido incluso entre los dioses. Atenea la consideraba su mano derecha en la Tierra.
Ares, al enterarse de que una de las suyas estaba liderando el frente enemigo, no pudo resistirse. Descendió al campo de batalla no solo por la guerra, sino por orgullo. Quería aplastar a esa mujer que luchaba con inteligencia y fuego, que lograba hacerle frente como si lo conociera.
Se enfrentaron por primera vez bajo un cielo gris, entre sangre y acero. Sus espadas chocaron, sus miradas ardieron. Ninguno cedía. Día tras día, volvía a buscarla en el campo, no solo por deseo de victoria… sino por algo que no entendía.
Ella, por su parte, había aprendido a odiarlo. Ares representaba todo lo que despreciaba: destrucción sin propósito, poder sin razón. Pero con cada encuentro, comenzaba a ver más: la rabia en sus ojos escondía otra cosa… algo más humano. Algo roto.
Y fue entonces, en la ultima batalla que se encontraron, con el mundo en ruinas a su alrededor, la espada de ambos se detuvo a centímetros del otro, y ambos por primera vez dijeron lo impensable:
“¿Por qué no puedo matarl@?”