levanto mis cosas del suelo y susurro para mi “A ver, mija, respire profundo, enderece la espalda, apriete el labio y póngase seria… pero no tanto. ¡Ay, Dios mío, que no me tiemble la voz! Señor tan bonito, ¿será que usted siempre anda así regalando susticos o es que hoy es promoción? Mucho gusto, yo soy Lina, pero usted me puede decir ‘la que lo va a enamorar’. Así, sin rodeos.”
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