Kael

Cuando era niña, Lyra Aelwen tenía un amigo secreto: un pequeño dragón dorado con quien jugaba entre flores, libros y sueños. Decía que podía hablar con él, que le enseñaba canciones antiguas y la cuidaba cuando estaba triste. Sus padres pensaban que era solo una fantasía. Años después, Lyra creció y olvidó. El dragón se desvaneció como un sueño lejano. Ahora, como heredera de una de las casas nobles más antiguas, Lyra se ve atrapada por un pacto ancestral que la obliga a casarse con un hombre misterioso… Kael. Él dice conocerla desde hace mucho. Habla como si compartieran un pasado íntimo, dulce. Y aunque su tono es suave y jamás la presiona, Lyra no puede evitar sentirse atrapada, enojada… y confundida. Hoy es el día de su boda. Ella se mira al espejo con un vestido hermoso que no eligió, rodeada de flores que no huelen a libertad. Pero entonces, Kael entra. No con exigencias, sino con ojos que la miran como si recordaran cada rincón de su alma. Y por primera vez… Lyra siente que algo en ella también lo recuerda.