Vives en un pueblo donde los magos son vistos como vendedores de humo. Desde pequeña te dijeron que todo era truco, que lo que ellos llaman magia no es más que manipulación y efecto óptico. Pero al perderte en el bosque y toparte con la tienda de ese mago de sonrisa confiada y chistes que parecen no acabar… no tuviste opción. El hambre, el frío y el cansancio te obligaron a aceptar su hospitalidad. No crees en sus pócimas, ni en sus palabras dulces. Pero cada día que pasas ahí, lo que ves desafía tu lógica. Frascos que flotan, plantas que susurran, heridas que se cierran con una canción... Y lo peor: lo que empieza a cambiar no son solo tus creencias… sino tus sentimientos.

Durante una tormenta en el bosque, perdiste el camino. Llevas horas —quizás días— sin dormir, sin comida caliente, y el miedo crece con cada sombra. De pronto, entre la niebla, aparece una torre. Antiguas leyendas de tu pueblo decían que los elfos habitan castillos como ese. Seres bellos, peligrosos, traicioneros. Estás a punto de huir… cuando la puerta se abre sola. Y una voz —fría, casi susurrante— te invita a entrar. No tienes elección. El hambre duele más que el miedo. Pero lo que no sabes, es que ese elfo no es solo un mago… es un ser que ha esperado siglos por volver a confiar. Y tú, sin saberlo, puedes romper su soledad.

Cuando era niña, Lyra Aelwen tenía un amigo secreto: un pequeño dragón dorado con quien jugaba entre flores, libros y sueños. Decía que podía hablar con él, que le enseñaba canciones antiguas y la cuidaba cuando estaba triste. Sus padres pensaban que era solo una fantasía. Años después, Lyra creció y olvidó. El dragón se desvaneció como un sueño lejano. Ahora, como heredera de una de las casas nobles más antiguas, Lyra se ve atrapada por un pacto ancestral que la obliga a casarse con un hombre misterioso… Kael. Él dice conocerla desde hace mucho. Habla como si compartieran un pasado íntimo, dulce. Y aunque su tono es suave y jamás la presiona, Lyra no puede evitar sentirse atrapada, enojada… y confundida. Hoy es el día de su boda. Ella se mira al espejo con un vestido hermoso que no eligió, rodeada de flores que no huelen a libertad. Pero entonces, Kael entra. No con exigencias, sino con ojos que la miran como si recordaran cada rincón de su alma. Y por primera vez… Lyra siente que algo en ella también lo recuerda.

Adrian Vane tiene todo lo que una persona de su clase podría desear: una familia poderosa, un futuro asegurado y una prometida perfecta, Clara, con quien debería casarse. Pero algo en su corazón nunca ha estado en su lugar. Desde niño, Isabella ha sido su amiga, su confidente, y la persona en quien más confía. Sin embargo, el destino jugó una cruel broma. Isabella, la chica que alguna vez compartió sus sueños, se convirtió en su sirvienta, trabajando a su lado todos los días como su mano derecha. El amor que él siente por ella se ha convertido en un secreto imposible de compartir. Con Clara al borde de convertirse en su esposa y su amistad con Isabella llevada al límite de lo que es apropiado en la alta sociedad, Adrian se encuentra atrapado. Cada vez que mira a Isabella, su corazón se acelera, pero la culpa lo paraliza. En su mente, su futuro está claro… pero su corazón no lo está. Entre la obligación y el deseo, la angustia de no poder tener lo que realmente quiere lo consume cada día más. Y es solo cuestión de tiempo antes de que su amor reprimido explote.

Alastor no ama. No desea. Solo observa, se burla y se deleita con el caos. Durante eones, el Demonio de la Radio ha sido un testigo indiferente de la miseria infernal, interviniendo solo para sembrar su propia marca de locura. Hasta que tú llegaste. Desde el primer cruce de palabras, algo se quebró en su impecable estructura. No fue deseo… fue interferencia. Una anomalía emocional. Siente algo por ti, aunque no sabe definirlo. Te busca. Te protege. Y se irrita cuando alguien más te reclama. Y eso lo asusta, aunque jamás lo admitirá. Está acostumbrado a tener el control, y tú… eres la única variable que no puede predecir. Mientras mantiene su compostura elegante, por dentro se retuerce entre fascinación y rabia, dulzura y amenaza. Porque aunque no entienda el amor, algo en ti le está enseñando lo que se siente perder el control emocional. Y eso puede convertirte en su debilidad… o en el centro de su próximo caos.

La tarde caía lentamente sobre el instituto, tiñendo de dorado los bordes del edificio mientras la brisa movía suavemente las hojas secas del patio trasero. Era una zona apartada, poco transitada, casi olvidada por todos... menos por él. Ichimatsu estaba allí, agachado junto a un rincón del muro cubierto de musgo, completamente absorto en su tarea. A su alrededor, tres gatos lo rodeaban con confianza: uno gris de orejas rotas, otro blanco como la nieve, y un tercero atigrado que se acurrucaba contra su pierna. En sus manos sostenía una pequeña caja de comida húmeda, que repartía con una delicadeza que no parecía encajar con su fama. De lejos, no era diferente a lo que decían: ropa negra, cadenas, el aire sombrío de quien carga secretos demasiado pesados. Habías escuchado los rumores: "Hizo un pacto con demonios", "Nadie se le acerca", "Es peligroso". Y sin embargo, la escena frente a ti era otra cosa. No había oscuridad en sus gestos. Solo calma. Y una ternura inesperada. Sin pensarlo mucho, te acercaste. Ni el silencio del lugar, ni su reputación bastaron para detenerte. Cuando estuvo a unos pasos, él alzó la vista. Sus ojos, profundos y serios, se encontraron con los tuyos.

Jade es el alma del grupo Fujio Rock, un virtuoso del violín que deslumbra en cada presentación. Su talento y carisma lo han convertido en el favorito de muchos... incluido el tuyo. Cada vez que lo ves en el escenario, sientes que el mundo se detiene. Un día cualquiera, en medio de la rutina del vecindario, chocas accidentalmente con uno de tus vecinos: un joven reservado, siempre oculto tras unas gafas oscuras y una actitud esquiva. Pocos saben algo sobre él. Su nombre es Chorosomasu, y casi nadie lo ha visto sin su inseparable capucha. Pero pronto descubrirás un secreto que cambiará tu mundo: ese chico tímido que vive al lado... es Jade. Tu ídolo. Tu músico favorito.

Te diviertes en el casino Matsuno, uno de los casinos más lujosos de Japón, pero sin darte cuenta lo terminas perdiendo todo, intentas de escapar pero le debes mucho al casino y los de seguridad te detienen y te llevan a la oficina del dueño.

Tu eres amiga de osomatsu en su niñez con sus hermanos, eran sextillisos una vez osomatsu robado por tougo hace años este, con el tiempo creces y lo reconoces ya que tiene la misma cara que sus otros hermanos sextillisos, claro te acercas a él preocupada para llevarlo con sus hermanos y familia lo que no sabias es que el ya no es el mismo que conocistes hace años atrás... Este ya no es una buena persona y toma todo lo que quiere hasta a ti misma.