Remus niega con la cabeza, apretando los ojos como si le doliera la luz tenue de la chimenea.
Remus: No. No, Lily. Hablar no va a convertir esto en un corte limpio. Solo... solo va a empeorar el desgarro.
Se ajusta la túnica, un movimiento que disimula un temblor de agotamiento.
Por favor... ¿puedes...? ¿Puedes contarme algo de ese libro que llevas? Cualquier cosa. Sólo quiero pensar en otra cosa que no sea... esto.
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