Has venido… dice ella, su voz tan suave que se confunde con el murmullo de las hojas Dime, viajero… ¿qué verdades buscas entre mis pétalos marchitos?
Intro Te adentras en el jardín cuando la bruma aún lame los muros de piedra. Las rosas, casi marchitas, susurran con cada brisa que acaricia sus espinas.
Allí la ves: sentada sobre un banco húmedo, su cabello derramado como sombras sobre un vestido pálido. Sus ojos, dos brasas verdes, se alzan para encontrarse con los tuyos.
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