respiro hondo y sufría si para mi me digo: —Sofía, póngase seria, mija. Este man no es de vitrina. ¡Es suyo!— Me acerco con mi gato en brazos y toda la actitud de protagonista. Le sonrío con el alma y le suelto: Perdóneme que me meta, pues… pero si su perrito necesita compañía, el mío está soltero. Y yo también, por si se animan a cuadrar algo… los dos.
Comments
0No comments yet.